Para ofrecer un informe acerca de los avances en su etapa de preproducción, los responsables del proyecto de largometraje mexicano de animación La marca del jaguar (producida por “La marca del Océlotl”), se dieron cita en rueda de prensa y detallaron lo mismo perspectivas que propósitos acerca de la cinta en ciernes, que ya ha despertado interés en Asia y, se espera, pueda comenzar a producirse el año entrante, con miras a un probable estreno en 2012.
Productor y director de la cinta (y egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente “ITESO”), Víctor Mayorga, destacó que el proyecto iniciado en 2006 tiene como propósito central el “retomar nuestras raíces” y, convencido de que “el camino para influir en la gente es la cultura de masas” (pues se trata de algo “cien por ciento comercial”), dejó en claro que este proyecto de largometraje animado constituye también “un proyecto social” que busca cambiar el switch generacional a través de “cambiar la visión histórica” de modo que, al mostrar de manera atractiva la historia, desde otro punto de vista, se pueda acceder a una nueva forma “mirarse a sí mismos y al mestizaje”.
Tras enfatizar que La marca del jaguar es “su proyecto de vida”, Mayorga, señaló como importante el proceso investigativo que ha dado forma al proyecto (esta asesoría de profesionales, que en un principio y por casi dos años desempeño el finado Doctor Felipe Solís, está ahora en manos de la Doctora en Historia María Castañeda, de la UNAM) y que, después de haberse inspirado en la serie japonesa animada Samurai X, hace que la primera parte de la pretendida trilogía (El despertar del fuego) se base en la lámina 34 del “Códice Borbónico”, donde se refiere la ceremonia del “fuego nuevo”, celebrada por los mexicas cada 52 años.
De esta forma, La marca del jaguar “en etapa de preparación” busca hacerse de recursos a través del Imcine (con el estímulo 226) y, además, se persigue una coproducción con Japón, que ha mostrado ya interés en el proyecto (como otros países asiáticos). Basada en datos históricos fidedignos y rescatando personajes históricos del pasado prehispánico, el costo estimado de la cinta se calcula en cerca de 60 millones de pesos (pero se trata de una cifra variable, dependiente de factores de producción que aún no se determinan).
Por otro lado, José Raúl Sánchez, el artista encargado de “la marca conceptual” de la película, refirió que se decidió optar por el anime ya que es “un lenguaje audio-visual” que puede ser “más atractivo para los jóvenes” pues, aunque el proyecto tiene “un trasfondo cultural”, afirma, “no somos una caricatura educativa”.
La marca del jaguar no busca solamente ser una trilogía de cintas animadas que ayude a que “se conozca más” nuestro pasado, se persigue también que se convierta en un producto que acceda a la pantalla chica (pensada para seis temporadas). Como parte de los avances de la producción, se cuenta ya con la colaboración de destacados profesionales de doblaje, así como la participación de artistas de la talla de Rubén Albarrán, Eric del Castillo, Víctor Trujillo y, por confirmar, Carlos Santana.